Con actividades prácticas y orientación vocacional, la iniciativa refuerza el vínculo entre la educación media y la educación superior con miras al proceso de Admisión 2026
Más de 300 estudiantes de enseñanza media provenientes de distintos establecimientos educacionales de Ñuble, participaron en días pasados en la iniciativa Tomasino por un Día, una experiencia vocacional organizada por Santo Tomás, sede Chillán. La actividad corresponde a las acciones de vinculación con establecimientos escolares que esta institución educativa está desarrollando con miras al proceso de Admisión 2026, que comenzará durante el último trimestre de este año.
Durante las jornadas, estudiantes de terceros y cuartos medios del Liceo Tomás Herrera Vega de Pemuco, Liceo Polivalente Darío Salas, Liceo Bicentenario Puente Ñuble, Instituto Técnico Mabel Condemarín, Colegio San Fernando, Liceo Arturo Prat Chacón y Liceo Parroquial San José, entre otros, participaron en talleres temáticos vinculados a diversas áreas del conocimiento.
La programación incluyó espacios prácticos como “Inteligencia Artificial Aplicada a la Construcción”, “Explorando el Hardware”, “Servicio del Vino”, “Atención Integral del Recién Nacido”, “Tu sonrisa me impresiona”, “Transformar para Incluir”, “Derechos, Respeto e Inclusión”, y “Marketing personal para jóvenes”, entre otros.
“La actividad tuvo como objetivo entregar una experiencia directa del quehacer formativo de nuestras carreras, promoviendo un primer acercamiento real al mundo técnico-profesional. Vimos a los estudiantes motivados, participativos y con interés genuino por conocer nuestras alternativas académicas”, indicó Paola Cabrera, directora de Admisión de Santo Tomás, sede Chillán.
Desde el área de Educación, Phillip Contreras Castillo, director del área, destacó que los talleres estuvieron diseñados para responder a los desafíos actuales del sistema educativo: “Se trabajó sobre inclusión, políticas educativas y herramientas pedagógicas. Nuestro propósito es mostrar el impacto real de estas carreras en las comunidades locales y proyectar vocaciones con sentido”.
Por su parte, Aidé Correa, docente del Instituto Técnico Mabel Condemarín, valoró la iniciativa como una herramienta formativa complementaria: “Vine con un grupo de estudiantes de tercero medio que recién se inician en la especialidad. Este tipo de actividades son claves para fortalecer su decisión vocacional y proyectarse en contextos reales. Como docente, agradezco que se generen estos espacios donde las estudiantes puedan escuchar directamente a profesionales del área”.
Además de los talleres, los asistentes participaron de visitas guiadas por la sede, conocieron las actividades extracurriculares que ofrece la institución —como trabajos voluntarios, torneos de debate, actividades deportivas y apoyo en salud mental— y compartieron con directivos, docentes y profesionales de apoyo académico, generando una vivencia en educación superior con una mirada integral.